El desarrollo inmobiliario es una actividad que consiste en crear, mejorar o transformar espacios para satisfacer las necesidades de vivienda, industria, comercio, ocio o servicios de las personas. Sin embargo, esta actividad también tiene un gran impacto en el medio ambiente, ya que consume recursos naturales, genera residuos y emisiones, y altera el paisaje y el ecosistema.
Por eso, cada vez más se habla de desarrollo inmobiliario sostenible, que es aquel que busca minimizar su huella ecológica y maximizar su valor social y económico. El desarrollo inmobiliario sostenible se basa en una visión integral que considera el ciclo de vida completo de los proyectos, desde su concepción hasta su demolición o renovación.
El desarrollo inmobiliario sostenible tiene múltiples beneficios para todos los actores involucrados: los desarrolladores, los usuarios, la comunidad y el planeta. Algunos de estos beneficios son:
- Ahorro de costos: Los proyectos inmobiliarios sostenibles pueden reducir los gastos operativos y de mantenimiento al incorporar soluciones que optimizan el uso de la energía, el agua y los materiales. Además, pueden aumentar el valor de mercado y la rentabilidad al diferenciarse de la competencia y atraer a clientes más conscientes y exigentes.
- Protección del medio ambiente: Los proyectos inmobiliarios sostenibles contribuyen a preservar el medio ambiente al disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, preservar los recursos naturales y minimizar la generación de residuos. Así, ayudan a mitigar el cambio climático y a conservar la biodiversidad.
- Beneficios sociales: Los proyectos inmobiliarios sostenibles mejoran la calidad de vida de las personas al ofrecerles espacios saludables, confortables y seguros. Además, fomentan la inclusión social, la participación ciudadana y el desarrollo local al respetar la cultura, la identidad y las necesidades de la comunidad.
El desarrollo inmobiliario sostenible es una tendencia global que responde a los desafíos actuales del sector y a los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas. Estos objetivos buscan lograr un equilibrio entre el crecimiento económico, el bienestar social y la protección ambiental.
Para alcanzar estos objetivos, el sector inmobiliario debe adoptar principios ESG (Environmental, Social and Governance), que son criterios que evalúan el desempeño ambiental, social y de gobernabilidad de las empresas. Estos criterios son cada vez más valorados por los inversores, los clientes y la sociedad en general.
La tecnología también juega un papel clave para apoyar al sector inmobiliario en la consecución de los objetivos de sostenibilidad. La tecnología permite innovar en el diseño, la construcción y la gestión de los proyectos inmobiliarios, ofreciendo soluciones más eficientes, inteligentes y adaptadas a las necesidades cambiantes.
¿Cómo se puede implementar la sostenibilidad en el desarrollo inmobiliario?
La implementación de la sostenibilidad en el desarrollo inmobiliario requiere de una planificación consciente y estratégica que considere todos los aspectos del proyecto: el entorno, el usuario, la comunidad y el ciclo de vida. Algunas formas de implementar la sostenibilidad en el desarrollo inmobiliario son:
- Eficiencia energética: La eficiencia energética consiste en reducir el consumo de energía o generarla de forma renovable. Para lograrlo, se pueden utilizar técnicas pasivas o activas. Las técnicas pasivas aprovechan las condiciones naturales del entorno (como la orientación solar, la vegetación o la ventilación) para regular la temperatura y la iluminación. Las técnicas activas utilizan elementos arquitectónicos que producen energía (como paneles solares o turbinas eólicas) o que la optimizan (como sistemas domóticos o iluminación LED).
- Uso de materiales sostenibles: El uso de materiales sostenibles implica elegir aquellos que tienen un menor impacto ambiental durante su extracción, transporte, procesamiento, uso y disposición final. Se pueden utilizar materiales reciclados, reciclables, biodegradables, locales o de bajo consumo de recursos.
- Planificación consciente: La planificación consciente implica diseñar el proyecto de forma que se integre con el entorno y se respete la comunidad. Para ello, se debe realizar un análisis previo del contexto, las necesidades, las oportunidades y los riesgos del proyecto. Además, se debe involucrar a la comunidad en el proceso de diseño y gestión del proyecto, buscando su participación y su beneficio.
- Asesoramiento especializado: Los desarrolladores inmobiliarios pueden contar con el asesoramiento especializado de profesionales o entidades que les ayuden a implementar prácticas sostenibles en sus proyectos. Existen certificaciones, normas y guías que establecen los criterios y los requisitos para lograr un desarrollo inmobiliario sostenible. Algunos ejemplos son LEED, BREEAM, EDGE o WELL.
El desarrollo inmobiliario sostenible es una oportunidad para el sector de bienes raíces de crear valor económico, social y ambiental. Al hacerlo, contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas, a proteger el planeta y a alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible.
